En su boletín de noviembre, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) aborda uno de los temas más relevantes para la salud pública: el cáncer de pulmón, una enfermedad que continúa siendo la de mayor mortalidad en España.
El mensaje central es claro: la prevención es clave. Reducir la exposición a los factores de riesgo permite evitar un gran número de casos, y el tabaco sigue siendo el principal responsable.
Fumar —o respirar el humo ajeno— produce un daño directo y sostenido en los pulmones; por eso, crear espacios sin humo en el hogar y en el trabajo es una medida esencial de protección.
Aunque el tabaco es el factor más determinante, el boletín también recuerda que existen otros factores modificables que influyen en el desarrollo de esta enfermedad, como el gas radón en interiores, el amianto o la exposición a ciertos gases industriales. Entre los no modificables se incluyen la contaminación ambiental y los antecedentes personales o familiares.
La AECC subraya además que el cáncer de pulmón también puede afectar a personas no fumadoras, debido a causas como el humo ambiental, la contaminación o alteraciones genéticas.